En la noche de ayer se realizó un reconocimiento a Oscar Candia, al cumplirse 20 años de "El Pamperito", de uno de sus sueños hecho realidad: un torneo de fútbol infantil para los chicos de acá.
"Pico es mi segunda casa, pero la verdad es que no se si me merezco este reconocimiento. Estoy muy orgulloso, y es algo muy importante que a uno lo reconozcan en vida" cuenta "el viejo", que atajó durante 7 años para el club Boca Juniors.
Sobre el origen de "El Pamperito" Candia contó como surgió: "Yo tenía una participación en el Deportivo Roca y hacíamos una eliminatoria acá. Eso me tocó el alma, me empecé a preguntar porque los chicos de acá no podían tener algo lindo como ese torneo. Me reuní con el presidente del club en ese momento, Guillermo Campi y nos pusimos a trabajar en esto. Pero no sabíamos ni que nombre ponerle, así que se me ocurrió ponerle "El Pamperito" relata sobre como se dio comienzo a esta gran fiesta del fútbol infantil.
"En el año 2001 tuvimos que hacer una eliminatoria en Junín, fijate la cantidad de equipos que tuvimos. Es un torneo muy importante y que por suerte se sigue extendiendo. Recuerdo que hasta hemos ido a Uruguay a buscar a Nacional, ¡fuimos a Montevideo! rememora.
Candia actualmente reside en Carmen de Areco, lugar donde nació un 13 de abril de 1950, y a lo larga de la charla nombrará a sus nietos, Manuel y Antonio como lo mejor que le dio la vida.
También recordó su época de vivir en La Candela, el histórico lugar de entrenamiento de las inferiores xeneizes.
"Cambio mucho todo, ahora el predio es de un grupo empresario y Boca se fue a donde tiene su predio nuevo. Pero es muy fuerte volver a los lugares donde uno pasó gran parte de su vida, porque yo me fui de casa a los 16 años y pasé 7 ahí adentro. Mis viejos me vieron casi nada jugar, pero siempre apoyaron mi decisión. Ir devuelta al lugar donde te criaste es muy fuerte. Boca me dio un nombre y siempre estaré agradecido".
No sigue ligado al fútbol aunque hace poco hizo una prueba para llevar jugadores a Boca. Ahora prefiere disfrutar de Antonio y Manuel, pero aclara: "Sigo siendo futbolista" y nos confiesa que al dormirse, sueña con que sigue jugando. "Me he levantado a la madrugada pensando en que me había quedado dormido para el partido, yo sigo sintiéndome un futbolista, sueño con jugadas, con partidos".
El Pamperito, a lo largo de estos 20 años tuvo diferentes hitos, pero sin lugar a dudas uno de los mas recordados será el de 1997, porque fue el que dio comienzo a todo y tuvo a Carlos Tevez en nuestra ciudad.
"Ese año vinieron Boca, San Lorenzo, Racing, y Nacional, de Montevideo. Vinieron todos en tren, las delegaciones llegaron a Pico juntas. También en otra edición estuvo Erik Lamela. Pero sin dudas el 97 fue el mas emotivo de todos" afirma Oscar quien siente que su mejor legado es el de "haber dejado una enseñanza en el deporte que amo".
Oscar Candia estuvo cinco años en las inferiores de Boca y 2 años en la primera. También jugó en Colón de Santa Fé. Silvio Marzolini se lo llevó a All Boys, y luego se fue a Perú a defender los tres palos de Alianza. Tras ese paso internacional, volvió para jugar en Tigre. En La Pampa defendió los colores de Ferro de Pico, Pico Football, y Racing de Castex.
En el año 1979 estuvo en Argentinos Juniors y tuvo la posibilidad de algo con lo que sueñan y soñaron todos los futbolistas: haber tenido de compañero a Diego Maradona.
"Era un tipazo, tengo lindos recuerdos de los entrenamientos, que nos quedábamos después de hora pateando. Se comportaba muy bien con todos nosotros, era jovencito pero te dabas cuenta que era un fuera de serie. Y si bien para nosotros era normal lo que hacía en una cancha lo que generaba en la gente era asombroso".
[caption id="attachment_38745" align="alignnone" width="900"]
Cuando Oscar Candia soñó este torneo sin dudas no imaginó todo lo que iba a generar con ello. Satisfacciones que sin dudas son para él como una caricia al alma. Pasaron 20 años de esa primera edición. Miles y miles de jugadores de todo el país. Chicos que venían con sus padres y hoy acompañan a sus hijos.[/caption]
"La verdad no se si me lo merezco a esto" dice con la humildad de los grandes cuando se le pregunta que siente con este reconocimiento.
Dentro y fuera de la cancha, los que lo vieron jugar, y los pequeños que les preguntan a sus padres por ese señor al que todos buscan para darle un abrazo, saben que si lo merecía.