ElDiario - En Castex se realizó la jornada de las divisiones formativas donde una madre tuvo que hacer de árbitro. En otros partidos dirigieron las entrenadoras porque nunca designaron a las juezas.

Este fin de semana se disputó la segunda fecha del torneo de fútbol femenino organizado por la Liga Pampeana para las categorías Sub-11 y Sub-15 pero sucedió un hecho insólito ya que nunca llegaron los árbitros porque no fueron designados. Los partidos se jugaron igual con el arbitraje de familiares y profesoras de las futbolistas. Otro papelón.

La jornada tuvo lugar en las instalaciones del Racing Club y contó con la participación de equipos como Pico FBC, Ranqueles, Cultural Argentino y Matienzo de Luiggi, además del club anfitrión.

Sin embargo, un hecho lamentable marcó la jornada: la ausencia de los árbitros correspondientes. Aunque no es un suceso sin precedentes —ya que en una fecha del año pasado en General Pico ocurrió una situación similar—, lo cierto es que vuelve a generar preocupación.

El primer partido, correspondiente a la categoría Sub-15 y protagonizado por Racing Club y Cultural Argentino, comenzó sin la presencia de jueces. Los equipos ya estaban en el campo de juego y las entrenadoras ofrecían las indicaciones finales, cuando se constató que no había árbitros oficiales. Ante esta situación, y con el objetivo de no suspender la jornada deportiva, las entrenadoras de ambos equipos decidieron oficiar como árbitras. Esta medida se replicó en varios encuentros, ya que la jornada se extendió desde las 9 hasta las 16 horas.

Durante el transcurso del día se realizaron múltiples llamados a las autoridades de la Liga para solicitar explicaciones. Recién pasado un tiempo considerable se obtuvo una respuesta oficial: no se habían realizado las designaciones correspondientes para esa jornada.

Entre los hechos destacados, una madre de una jugadora de Pico FBC también se ofreció como árbitra, permitiendo así que su equipo pudiera disputar el encuentro programado.

Fue la segunda fecha del torneo ya que la primera jornada se jugó el pasado 30 de marzo en la cancha del Deportivo Ranqueles. En aquella oportunidad se había anunciado como "fecha tentativa" para el inicio de la primera división el día 4 de mayo. Hecho que no sucedió.

Otro antecedente

No es el primer acontecimiento de este tipo donde se ningunea al fútbol femenino en la Liga Pampeana. En el año 2024 programaron de forma simultánea un partido de Costa Brava en el ámbito liguista a la misma hora que debía jugar por el Torneo Regional Amateur. En ambos casos fue en condición de visitante por lo que el plantel costero tuvo que dividirse en dos, un grupo viajó a Rancul para enfrentar a Jorge Newbery y otro partió rumbo a Santa Rosa para medirse ante Deportivo Mac Allister.

Es profundamente preocupante que situaciones como esta se repitan, especialmente cuando se trata de fomentar el crecimiento del fútbol femenino en la región. Practicar un deporte en la actualidad implica para muchas familias un esfuerzo económico significativo: compra de botines, indumentaria, pago de cuotas, traslados, afiliación a la liga, e incluso la alimentación del día de competencia. A esto se suma el compromiso y el acompañamiento constante de los padres. Que estos esfuerzos se vean desvalorizados por una falla organizativa no solo perjudica a las familias, sino que también puede afectar la motivación y el entusiasmo de las jóvenes futbolistas, quienes se acercan al deporte con ilusión y compromiso.